10 de agosto de 2022
La capacidad de mantener nuestros activos digitales protegidos ante entornos cambiantes y vulnerables es uno de los desafíos más importantes de nuestro siglo.
Los ataques maliciosos, pueden afectar a tecnologías y sistemas, pero también a la protección de datos e información personal, de nuestra organización o incluso de nuestro país.
Podemos clasificar la ciberseguridad en 10 tipos, y esto va a depender sobre qué parte del sistema informático actúan las acciones de seguridad, el momento en que se aplica y si es para un individuo o una compañía.
Protege un soporte físico, por ejemplo: una máquina, sus componentes y accesorios. Se aplican módulos de seguridad, autenticación, encriptación, entre otros.
Es la seguridad tradicional. Se basa en alejar los elementos físicos de cualquier peligro relacionado al ambiente (lluvia, polvo, fuego, etc) o un agente externo que afecte la funcionalidad del aparato.
Protege el soporte operacional de un sistema informático. Es decir, el conjunto de programas y códigos que guían al ordenador para ejecutar sus funciones.
Aplicarlo es fundamental para proteger los datos, evitar la vulneración de información confidencial y garantizar el correcto funcionamiento del sistema operativo.
Integra tareas de ciberseguridad activa y pasiva con el objetivo de proteger el software, datos e información contenida en los programas informáticos.
Protege la información mientras se transmite entre dos unidades. Se impide que los datos se intercepten y descifren en el intercambio.
Se aplica sobre un usuario en un entorno privado, por ejemplo: en el uso de smartphone u ordenador particular.
Se protege a una empresa en un entorno amplio. Cualquier vulneración puede afectar no sólo a la compañía, si no también a clientes y proveedores. A su vez, puede traer grandes consecuencias al negocio y su competitividad.
Las compañías suelen ser el blanco de los hackers, y es necesario que cuenten con expertos en ciberseguridad.
Se trabaja para proteger los sistemas informáticos que forman parte de la red de un país.
Es importante generar estrategias globales que aseguren la confidencialidad de los datos, ya que un error puede desembocar en una gran crisis.
Se acude a esta función cuando un sistema es atacado. Contempla análisis de ataque y estrategias para combatir, recuperar y proteger el ciberataque.
Es preventiva, y se usa de antemano para adelantarnos a los ciberataques. La estrategia es activar las defensas de los sistemas para anticiparse a las posibles amenazas.
Poner en acción herramientas y técnicas de seguridad que impacten tanto en las tecnologías, como en sus sistemas y procesos es un paso fundamental para cuidarte y cuidar a tu organización.
Y como dice el dicho, mejor prevenir que curar.
En Wave it trabajamos para crear ambientes seguros, realizamos mantenimiento de equipos, y soporte IT para garantizar la protección de cada sistema.
Cualquier duda o problema escribinos; hola@waveit.ar